La salud de los hijos es una de las mayores preocupaciones de todos los padres, ya que la salud constituye un factor en el bienestar presente y futuro de los niños y niñas. En cada una de las etapas de crecimiento de los hijos, es recomendable hacer seguimiento al estado de salud, crecimiento y desarrollo físico de los hijos por medio del apoyo que brinda el médico pediatra.

El pediatra tiene un papel muy importante en la salud de nuestros hijos, ya que es el médico que se encarga de:

• Orientar e instruir a los padres sobre el cuidado de los hijos desde el nacimiento hasta la adolescencia.
• Monitorear el crecimiento de nuestros hijos en relación a otros niños de su misma edad.
• Monitorear el desarrollo de nuestros hijos en relación a otros niños de su misma edad.
• Guiar a los padres sobre la aplicación de vacunas de acuerdo a la edad de los niños.
• Orientar a los padres sobre la alimentación a seguir para los niños.
• Administrar el tratamiento médico en situaciones de enfermedad que atraviesan los niños. El pediatra tiene la responsabilidad de otorgar el tratamiento adecuado, ya que la aplicación de tratamientos innecesarios o excesivos generan problemas de salud.

La consulta oportuna y periódica al pediatra ayudará a prevenir o detectar si existen problemas de salud en los niños, y de ser necesario poder proporcionar el tratamiento adecuado.

La pediatría es la especialidad médica que aborda el diagnóstico y tratamiento de todas las patologías que puedan afectar a niños y niñas desde el nacimiento hasta los dieciocho años. Actualmente esta especialidad abarca tanto la pediatría preventiva (cuidados del niño sano) como la pediatría clínica (cuidados del niño enfermo).

Cronológicamente, la pediatría abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia. Dentro de ella se distinguen varios periodos:

• Recién nacido (0-6 días)
• Neonato (7-29 días)
• Lactante (1 mes de vida-2 años)
• Preescolar (2-5 años)
• Escolar (5-10 años)
• Pre-adolescente (10-12 años)
• Adolescente (12-18 años)